La intervención farmacológica puede no ser suficiente en algunos niños con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), especialmente en aquellos con un comportamiento disfuncional grave en la escuela o en casa.
Consulta por trastorno por déficit de atención con hiperactividad
Consulta Hiperactividad
e
Déficit de atención
En estos casos, es eficaz asociar la intervención psicológica a la medicación, para que estos niños desarrollen pautas de comportamiento más adaptativas y una experiencia de bienestar más satisfactoria.
En los casos leves de TDAH, puede estar indicada la intervención psicológica sin medicación.
El psicólogo, siempre en articulación con el médico que lleva el caso, puede hacer uso de diversas metodologías:
En la psicoeducación, se da información y se profundiza en los signos del TDAH y su repercusión en la funcionalidad del niño y la familia. La información permite la concienciación, y la concienciación permite el cambio.
En Intervención escolar, conjuntamente con los profesores, se plantea el beneficio de integrar al niño con TDAH en medidas educativas especiales, de forma que el alumno tenga pruebas/exámenes con tiempos de evaluación más largos (por la necesidad de releer las instrucciones del examen y controlar la ansiedad de ejecución), se reduzca la cantidad de deberes, se realicen las evaluaciones en espacios con menos factores de distracción y se soliciten informes más frecuentes de los profesores para animar a los alumnos y permitir a los padres adaptar los métodos de estudio en función de los resultados.
En estos casos, es eficaz asociar la intervención psicológica a la medicación, para que estos niños desarrollen pautas de comportamiento más adaptativas y una experiencia de bienestar más satisfactoria.
En los casos leves de TDAH, puede estar indicada la intervención psicológica sin medicación.
El psicólogo, siempre en articulación con el médico que lleva el caso, puede hacer uso de diversas metodologías:
En la psicoeducación se da información y se profundiza en los signos del TDAH y el impacto en la funcionalidad del niño y la familia. La información permite la concienciación, y la concienciación permite el cambio.
Intervención en la escuelaConjuntamente con los profesores, se plantea el beneficio de integrar al niño con TDAH en medidas educativas especiales, de forma que el alumno tenga pruebas/exámenes con tiempos de evaluación más largos (por la necesidad de releer las instrucciones del examen y controlar la ansiedad de ejecución), se reduzca el volumen de deberes, se realicen las evaluaciones en espacios con menos factores de distracción y se soliciten informes más frecuentes de los profesores para animar a los alumnos y permitir a los padres adaptar los métodos de estudio en función de los resultados.
En el coaching y la terapia conductual se aprenden nuevos comportamientos y estrategias para encontrar soluciones a los problemas. Se recompensa el comportamiento adaptativo y se penaliza el comportamiento que debe extinguirse. Padres y profesores se implican para aumentar los resultados. Se identifican y priorizan las dificultades. Se fomenta la planificación organizativa y la programación para contrarrestar el caos de la falta de atención y la impulsividad. Se trabajan las rutinas y emociones (ansiedad, vergüenza, ira, tristeza) derivadas de la dificultad para mantener rutinas adecuadas. Se elabora un programa de hábitos y métodos de estudio, formando al niño y a los padres para adaptar la forma de estudiar, la programación de los periodos de estudio y las metodologías para recompensar los éxitos obtenidos mediante el cambio de estrategias. Se desarrolla la forma de ser sensata y responsable en las relaciones sociales. Se previene la evolución hacia la enfermedad psiquiátrica o la estructuración de una personalidad insegura, impulsiva o irresponsable. En situaciones más graves, en las que el niño desarrolla creencias de impotencia «soy incapaz de ser como los demás» o incluso signos de sufrimiento mental (depresión, trastornos de ansiedad, automutilación, comportamiento bulímico, etc.), es necesaria una terapia estructurada de modelo cognitivo-conductual, que vaya más allá del coaching o la terapia conductual.
La intervención farmacológica puede no ser suficiente en algunos niños con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), especialmente en aquellos con un comportamiento disfuncional grave en la escuela o en casa.
La intervención familiar reduce la carga emocional derivada de los altos niveles de cuidado parental de un niño con TDAH. Se descifran tensiones o alianzas emocionales entre elementos que pueden dividir a la familia. A menudo se induce a los padres a elegir posturas antagónicas hacia su hijo con TDAH: una de ellas es la «firme y exigente», la otra es la «comprensiva y flexible». Se crean alianzas disfuncionales entre uno de los progenitores y el niño con TDAH, que se distancia del otro progenitor, quien a su vez se vincula preferentemente al otro u otros niños. A veces, las relaciones entre hermanos también pueden deteriorarse debido a la rivalidad y la injusticia en relación con el tiempo y la inversión dedicados al niño con TDAH, o debido a una hiperculpabilización del niño con TDAH por «todo lo que va mal en la familia». La dinámica familiar cambia, lo que en algunos casos puede llevar al divorcio o al sufrimiento psicológico de varios miembros de la familia. En casos más graves puede estar indicada la Terapia Familiar o de Pareja, de forma más estructurada.
PsiWorks cuenta con un equipo multidisciplinar que trabaja conjuntamente en el TDAH y que incluye un paidopsiquiatra, un neuropediatra, psicopedagogos y psicólogos clínicos formados en psicoterapias estructuradas. En situaciones específicas se recurre a otros técnicos Genialmente: terapeuta familiar, terapeuta de pareja o neuropsicólogo.
Un porcentaje significativo de niños con TDAH mantiene los criterios adultos del trastorno. Muchos adultos buscan ayuda técnica cuando no han sido diagnosticados de niños, al sentir la disfunción con el aumento de las exigencias universitarias o laborales, o cuando desarrollan otros trastornos psiquiátricos comórbidos asociados, que evolucionan porque el TDAH subyacente no ha sido bien intervenido: trastornos de ansiedad, depresión, adicciones químicas o al juego patológico o cambios de personalidad con dificultades interpersonales en la familia, la universidad o el empleo. Genialmente cuenta con un equipo de psiquiatras y psicoterapeutas cognitivo-conductuales e integrativos, con experiencia en TDAH Adulto, que trabajan en intervención multidisciplinar.